Las apuestas en el flop, el turn y el river son considerablemente diferentes a las de la primera ronda ya que no suelen depender tanto de las cartas iniciales como de las jugadas conseguidas o por cerrar en combinación con las tres cartas del flop. Además, suelen valorarse de forma distinta a las pre-flop, ya que el tamaño del bote sustituye como punto de referencia a la apuesta del gran ciego.
En principio, podemos distinguir en estas fases del juego distintos tipos de apuestas, agrupadas en dos categorías:
Apuestas ofensivas:
Apuestas de valor o legítimas (value bets).
Se trata de apuestas fundamentadas en una jugada fuerte, generalmente formada con las cartas descubiertas sobre la mesa. Su cantidad suele variar entre el 50%-120% del tamaño del bote
Apuestas de señuelo (lure bets).
Son apuestas realizadas generalmente en el river, cuando sabes que tienes la mejor jugada y deseas que el rival se anime a poner en el bote unas cuantas fichas más. En la mayoría de los casos, el oponente igualará solo una apuesta que le dé unas pot odds excepcionales, por lo que la cantidad a subir no deberá ser superior al 20%-30% del total acumulado del bote.
Apuestas de farol o semifarol (bluff or semibluff bets).
Son apuestas que aprovechan la aparición de «scary cards» en la mesa o que se fundamentan en la representación de jugadas que no tienes. Su valor es generalmente muy similar al de las apuestas legítimas. Entre las acciones de semifarol, destacan las apuestas de preparación (come bets), que se realizan con proyectos con la intención de engordar el bote para tener odds correctas; aunque normalmente son jugadas débiles, pueden ser ocasionalmente correctas con un proyecto muy bueno o un gran bote.
Apuestas all-in.
Son las apuestas más agresivas, ya que el agresor se juega el 100% de sus fichas, sin tener en cuenta el tamaño del bote. Salvo casos especiales, no son recomendables en las primeras fases de los torneos No-Limit. Cobran mayor sentido y protagonismo con el avance de la competición. Y se convierten en un elemento frecuente cerca del final del torneo, cuando la relación entre los stacks y las suma de ciegas y antes se hace inferior a 5.
Apuestas defensivas:
Apuestas de continuación (continuation bets).
Son apuestas realizadas a modo de farol o semifarol por el jugador que tomó la iniciativa en el pre-flop con la intención de ganar el bote en ese mismo momento. Su valor suele situarse entre el 40%-70% del tamaño del bote.
Apuestas de sondeo (probe bets).
Las apuestas de sondeo son realizadas con la intención de ganar información sobre la mano del rival de forma agresiva. Su valor suele oscilar entre el 30%-50% del tamaño del bote
Las apuestas en el post-flop son un instrumento ideal para el engaño.
Teniendo en cuenta su relación con el tamaño del bote, los defensores deben tratar de interpretar el tipo de apuesta realizada por el agresor. No obstante, los puntos de intersección de muchos de los tipos citados dificultan dicha deducción. Si un atacante realiza una apuesta del 50% del bote, puede tener una mano legítima, no tener nada (continuation bet) o simplemente buscar información. Sin duda, es un trabajo arduo, difícil y arriesgado suponer o adivinar la fuerza de la jugada del apostante. Esta ambigüedad es, en muchas ocasiones, causa de inseguridad para el defensor y motivo suficiente para que acabe tirando las cartas.
Además, como ya hemos indicado, en el poker sin límite las apuestas realizadas tras el flop tienen el poder de variar fácilmente las odds del bote, forzando a los oponentes a cometer errores si deciden seguir jugando las manos con expectativas de beneficio negativas.
De cualquier forma, tomar la iniciativa al apostar también conlleva riesgos y problemas. Por ello, antes de realizar una apuesta es fundamental valorar las consecuencias que para el propio stack pueda tener seguir dicha línea.
Esta misma valoración de consecuencias es fundamental a la hora de preparar una defensa tras el flop. Antes de igualar, es preciso saber qué cantidad de fichas estaremos dispuestos a meter en el bote hasta el final de la mano; o pensar cómo se quedará nuestro stack en el caso de sufrir una derrota.
Una de las claves de la defensa es infundir respeto al atacante. Ello se logra haciendo uso de dos de las virtudes fundamentales del buen jugador de No-Limit Poker: la astucia y la agresividad; y recurriendo a una serie de movimientos de contraataque. Entre los defensivos, consideramos conveniente destacar los llamados «The Hammer» y «The Rope-a-Dope». Y entre los ofensivos, cabe citar las tácticas del «check-call» y del «check-raise».
Otro punto importante de la estrategia de defensa es la respuesta a los all-in lanzados por los agresores. En general, a la hora de apostar todas las fichas, es mucho mejor ser el atacante. No obstante, se puede igualar un all-in siempre que se den determinadas circunstancias favorables. Algunas de ellas podrían ser las siguientes: tener cartas premium (preferiblemente AA o KK), tener odds excepcionalmente favorables, saber que el atacante es un jugador loose agresivo, estar al final del torneo y tener una mano fuerte, etc.
Por último, un movimiento defensivo a tener en cuenta durante un torneo es el hecho de igualar con una mano perdedora a cambio de información sobre el rival. Esta opción, útil en otras variantes del Texas Hold'em, no lo es tanto en No-Limit Tournaments. No obstante, ello no quiere decir que pueda resultar provechosa en determinadas circunstancias. De cualquier forma, como ya hemos indicado previamente, en general no será necesario comprar información, ya que el estilo de los rivales será revelado durante el transcurso de la competición.