Qué tema este. ¿Existe la suerte? Me refiero a ese concepto que todos tenemos de esta palabra. A esa entidad misteriosa y sopesable, que se mide en algún tipo de unidad extraña, pero nunca con una herramienta, sino a ojo-porciento. Si no existiera esa unidad yo propondría una, con su símbolo internacional Ku, el “Kuloncio” se impondría en la educación sobre esta materia a los alumnos que la estudiasen en el futuro.
Seriamente, me lo he preguntado, así como a otros, pero parece que todo queda en la incertidumbre. Nadie se la juega por el sí o por el no rotundo. En el medio están tanto los que la veneran como los que la niegan, los que la persiguen y los que la maldicen. Los que dicen que tienen capacidad de influir en la suerte propia y ajena, y los que dicen que ha sido hechada. Y yo. Estrictamente en lo que respecta a la razón que me toca, creo que es una ilusión, una simplificación de algo muy complejo que no podemos cuantizar, como la interconexión profunda entre todos y todo en el mundo. Eso sé que es real, todo lo que compone este planeta está conectado. No a internet, sino en el espacio-tiempo en el cual existimos, y por lo tanto influye en el todo general.
Sin embargo, puedo repetirme esto una y otra vez, pero me encuentro en repetidas oportunidades diciendo cosas como “estoy orinado por...”, seguido de algún mamifero terrestre mediano o mayor (nunca decimos que la excreción líquida que nos perjudico fue la de una ballena, o un ave). O tal vez me irrito ante una serie de hechos que no me favorecen, e insulto a la suerte para desquitarme ante la impotencia sentida, como si a ella le importara. Creo que a la mayoría nos es común esa sensación, de ser víctimas de un acontecimiento desventajoso para nosotros, y recurrir al desquite contra esa cosa esquiva y poco delineada que llamamos suerte.
En definitiva, no estoy convencido de nada respecto a ella. Algunos salen con la historia del poder de la mente, y que pensando en “positivo” nos pasan cosas positivas más a menudo que si no lo hacemos. Lo cual no es más cierto que decir que si apuntamos al disparar, vamos a acertar más veces que si no lo hacemos. Para peor, una vez vi una película argentina llamada “Intacto”, que tiene una óptica diferente sobre este tema, y toma a la suerte como una entidad medible, acumulable y robable. Esto me indica que hay muchos que se están preguntando lo mismo que yo, y se plantean estas cuestiones desde ópticas muy variadas.
Para nuestro bien, calculo que debemos definir a la suerte, como todo lo que nos afecta y que no depende concientemente de nosotros. Vean que definido así es muy amplio el rango de situaciones que se abarcan, pero también es importante el que se excluye. Así, todo lo que depende de uno no tiene nada que ver con la suerte. A la hora de jugar al poker, con esta definición de suerte, el juego en sí contiene una altísima cuota de estrategia, y bajo porcentaje de azar, ya que casi todo depende de nosotros y los errores no cuentan para la mala suerte.
¿Serán los amuletos y las cábalas el producto inútil de nuestras mentes primitivas? ¿O serán acaso portadores de un poder que existe pero no entendemos? Lo verdaderamente cierto es que todo el tiempo vemos pasar cosas muy extrañas a nuestro alrededor, casualidades imposibles, o cosas muy improbables (vi caer una moneda parada una vez), pero de lo que no nos damos cuenta es de todas las veces que esas cosas no suceden, por el simple hecho de que son tan pero tan tan comunes y cotidianas, que no reparamos en ellas jamás, y es como que no existieran.
Como ejemplo está el de un accidente de auto en una esquina, un hecho mucho más resaltable que el normal e intrascendente de un auto frenando y dando paso al otro. O el mismo de la moneda que cae parada, y no ver todas las veces que cae acostada. El maravillarse ante tal ignorancia es evidencia de que somos terreno fértil para supersticiones. Todos nos vamos a acordar de cuando perdimos contra 1 out;yo me acuerdo, y fueron cuatro veces nomás. Cuatro manos en cientos de miles de manos. Sin embargo no me acuerdo de todas las veces que gané en esa situación, con el rival yendo a 1 out. Han de haber sido muchas más.
En fin, me parece que en esto del poker la suerte cobra más de lo que debería, ya que muchos la confunden con la probabilidad de la situación dada. No han escuchado la expresión “ese tipo nació en una familia rica, qué suerte tuvo” o algo así. Es lo mismo. Perdés en una situacion improbable no porque tengas mala suerte, sino porque siempre le va a tocar a alguien perder así. Algunas veces te va a tocar a vos, no por suerte, sino por probabilidad. Algunos van a nacer en familias adineradas (los menos), pero no es suerte, sino que es que como las familias ricas existen, a alguien le va a tocar nacer ahí. ¡Ah! ¿Pero por qué a él y no a mí? Bueno, ¿importa realmente quién sea? Siempre alguien va a poder decir eso. Aparte, el dinero poco tiene que ver con la suerte.
Por las dudas ya me puse a cultivar tréboles para prepararme para el próximo torneo en vivo del Club. En el anterior no sumé, y terminé arrastrándome hacia la salida cuando éramos poco más de 20 en juego, lo cual es lo mismo que nada. Esta vez voy con el incienso, la pata de conejo (que seguro le daba más suerte al propio conejo que a mi) y un atado de tréboles mágicos, que de última, si no gano, se los puedo dar al conejo rengo. Claro, como dije, no creo en que eso ayude en nada, pero, por las dudas, que las hay las hay. XD